Bueno, este comentario sobre “We Bouht A Zoo” se asemeja a un partido de futbol en diferido, es que recién anoche pude verla. Ok, si bien creo estar en condiciones como para arrojar algunas palabras; aun así anticipo que las ideas pueden llegar a ramificarse, perderse por los laterales.
En fin, me gustó o no me gustó? Si… me gustó. Y debido a qué? Pues bien, las dos primeras cosas que me atrajeron fueron ese color verde naturaleza que impregna toda la película, y esa sensación de envolvente silencio que suele reinar en este tipo de lugares, lugares estos en donde uno cree hallar la libertad, la paz. Profundicemos sobre esto último: Benjamin decide alejarse de la ciudad porque cada rincón en donde mira le recuerda a ella, su mujer. Vive casi atormentado, sufriendo por la ausencia de Katherine, de manera que lo mejor es apartarse, buscar nuevos aires, nuevas experiencias. En mi caso, también hubiera salido corriendo hacia cualquier parte, bien, bien lejos de la ciudad, lejos del asfalto; pero por una razón completamente diferente: DETESTO EL RUIDO. El ruido me vuelve loco!… (No hay acaso una novela que se llama “Lejos del mundanal ruido”?).
De acuerdo, sigamos. Una cosa que me llamó la atención es que el de Scarlett es el segundo nombre que suena fuerte en el reparto junto con el de Matt, y sin embargo, dentro de la historia pareciera como si su personaje Kelly se conformara con mirar desde lejos; es como si, a pesar de estar allí presente, casi no incidiera o, en todo caso, no buscara incidir en la vida de Benjamin, pues tengamos en cuenta además que la prioridad de éste (Benjamin) es inicialmente otra: sus hijos. Kelly/Scarlett parece entonces una piedra preciosa que no brilla porque una “pequeña hoja” la oculta del sol. (Algo más sobre “boquita de corazón” Scarlett: sin dejar de ser la chica sexy de siempre, es posible ver en su hermoso rostro un rasgo de madurez cada vez más acentuado.)
Ahora bien, con lo de una “pequeña hoja” me estaba refiriendo en cierta forma a Rosie, el personaje que interpreta la niñita Maggie Elizabeth Jones, pues a mi modo de ver las cosas es esta muñequita la que opaca o le quita protagonismo al personaje de Scarlett, porque no cabe dudas de que es ella el verdadero motor de la aventura en la cual se embarca Benjamin. Todo lo que él haga será más que nada para el bienestar y la felicidad de Rosie, sin dejar de lado por supuesto a Dylan, el hijo mayor(a quien, por cierto, solo debe bastarle “veinte segundos de dolor para ser valiente”). En consecuencia, Rosie todavía es muy pequeña, y aunque parezca un poco autosuficiente para su edad, Benjamin sabe o entiende que resulta todo un dilema el hecho de criarla sin que resienta la falta o la necesidad de esa madre que ya no está. Ahora, delirando un poco más, “We Bought…” en cierta forma no funciona también como un vehículo para el lucimiento de esta Maggie Elizabeth Jones, quien por más que sea una criatura, con sus poses y morisquetas termina robándose limpiamente la película?
En definitiva, lo que nos queda entonces es una agradable película apta para toda la familia; pues de eso se trata: de la familia y de cómo hacer para empezar de nuevo. De modo que tenemos los ingredientes básicos: el padre abnegado, los hijos pequeños por los que uno da la vida, la imagen o el recuerdo de una buena madre, una situación que debe resolverse mediante el trabajo en conjunto, hasta animalitos tenemos (y flor de animalitos!). En conclusión, no le falta ni le sobra.
Bueno Mily, me pediste que les contara qué me pareció esta película de Crowe, y aquí está. Es una buena peli para verla un domingo por la tarde en compañía de los chicos y de una fuente bien grande de pochoclos.
Tarea concluida. Saludos pa’ los pibes!!!